AL CHAVO DEL 8 Y A MI!!

Eran las 9:30 de una noche que prometía terminar pronto.

Estaba parada en la estación de transmilenio de la calle 26 con caracas,iba rumbo a mi casa. y...digo iba, porque no me imaginaba que mi lógica geográfica me traicionaría precisamente aquella noche.

Sólo debia tomar un bus que llegara al portal del norte, y llegaría al dulce hogar que tanto anhelaba después de un largo día de trabajo.

No logro recordar aún esa persona que me informó que los buses número 1,2 y 3 pasaban por todas las estaciones, pero en ese momento le creí y tomé el bus número 1, convencida que llegaría a mi casa en 25 minutos.

Distraida, mirando las diferentes caras de las personas que entran y salen del transmilenio, pasaba por una y por otra y por otra estación, mirando...sin ver.

Depronto se me ocurrió leer el nombre de la estación a la que habia llegado, recuerdo que mis ojos hicieron un intenso zoom in cuando mi mente no alcanzó a identificar el nombre de ESCUELA MILITAR, no tenia ni idea de donde estaba, algo si entendí: estaba perdida y no tenia al chapulín colorado para que me defendiera.

Mi mente se nubló y se iluminó en cuestión de segundos: debía bajarme en la próxima estación y montarme en un bus que me llevara de regreso a la calle 76. Así fue... y al sentirme ya un poco más aliviada, decidí tomar un bus número 70. Lo hice, me senté despreocupada, ahora sí atenta de lo que iba ocurriendo a mi alrededor.

Pasaron dos segundos... y adivinen que?? entendí nuevamente que estaba perdida!! No lo podìa creer!!! me monté en dirección contaria a la que debía, por lo que mi mal genio explotó!!!

Otra vez mi mente se nubló y se iluminó en un segundo y pensé bajarme en la siguiente estación para tomar un 70 de sur a norte, pero yo no contaba con la astucia de mi ignorancia: este busesillo no paraba sino hasta la calle 22.

Frustrada,iracunda, histérica conmigo, llegué por fin a la calle 22 a las 10:10 p.m. Llevaba 40 minutos tratando de llegar a mi casa y no habia podido!!
En ese momento se me pasa por el medio un ñero, que me pregunta sin pensar la rabia interna que yo tenia:¿"para dónde va mona"? mi ira salió por los ojos y se lo comió. No modulé palabra. pero el susodicho entendió tanto mi mirada, que tal vez una palabra hubiese opacado tan buena comunicación no verbal. Asustado él, y alzando las manos en forma de defensa, me dijo: todo bien, todo bien!! y se alejó de mi sin decir más.

Esa noche llegué a mi casa a las 11:05 p.m. con una inmesa impotencia por mi ignoracia ante la geografía Bogotana.

Me dormí con la convicción de que esto sólo le pasa al Chavo del 8 y a mi!!!.

SALÚ